8 Rincones del enorme casoplón que ha enseñado Olivia Valère en televisión y que te gustaría tener en la tuya
No nos cabía duda que la cena en casa de la reina de las celebraciones y de la fiesta iba a ser la más elegante y pomposa de Ven a cenar conmigo: Summer edition. Olivia Valère ha dejado pasar a España a su lujosa y majestuosa casa donde ha servido la cena en platos de una importante marca.
Vajilla de Christian Dior, una cocina de ensueño y un jardín que simula al de la Alhambra
Melody, Ángel Garó, Agustín Bravo y Raquel Bollo se han quedado impresionados en pleno palacio marbellí de la señora Valère. La dueña de una de las discotecas más prestigiosas de la Costa del Sol, y de España, ha invitado a los famosos a cenar a una casa que no le falta un sólo detalle. Vean:
¿Estarán más buenas unas bravas si se comen en un plato de Dior? 🤔 ¡Os esperamos hoy en #VenACenarValère! ¡Cuidadín con el acento del hashtag! 😜 https://t.co/DdMPNpKNuC pic.twitter.com/sZEtSl79Lf
— Ven a cenar conmigo (@VenACenarTV) July 25, 2018
Máximo lujo, esplendor y pomposidad en casa de Valère. Estética digna de los alrededores de un monumento árabe, unos interiores cual palacio de una de esas películas francesas y una decoración tan minuciosamente cuidada que parecía que Bollo, Garó, Melody y Bravo estaban de paseo por una tienda de muebles de alta alcurnia.
El impresionante patio andaluz con el que se inicia el recorrido en casa de la empresaria francesa ya augura poderío absoluto en su interior. Una ostentación que se percibe en la cocina que todos querríamos para nuestra casa, con dos islas, decoración de casa extranjera y más puertas que un hotel.
Por su parte el comedor en el que sirvió el delicado y competitivo menú era digno de catálogo. Una mantelería de diseño, una cubertería que a saber de que Rey era y una vajilla diseñada por Christian Dior.
Una elegancia que sin embargo contrasta con el barroquismo de sus gustos personales, de sus hobbies y su tiempo libre. Amante de las fotografías, de la lectura y de las flores. La dueña de la sala que lleva su mismo nombre no deja un tramo de pared sin decorar, sin cubrir y sin guiñar a la ostentación.