Sálvame hace públicas las extrañas peticiones de los colaboradores para trabajar en el programa
La cúpula de Sálvame ha debido recibir algún que otro tironcito de orejas por dar tanta cera a Terelu Campos que ha decidido abrir el «cajón de mierda» de todo el personal de su programa. Tras salir a la luz el pasado de la Campos, ahora se hacen públicas las extravagantes manías del resto de colaboradores.
«Desconfía de la comida del público por temor a que esté envenenada»
El programa experto en intriga televisiva, el magacín doctor del cebo informativo y el maestro del show ha tenido una nueva ocurrencia para rellenar escaleta y que sus más de 2 millones de telespectadores estén atentos a su Naranja y Limón diariamente. Saca a la luz misteriosos mensajes que contienen las manías y exigencias de sus contertulios.
Los secretos inconfesables de @salvameoficial, al descubierto: ¡Chelo pregunta si sus compañeros cobran más que ella! 💣💥 https://t.co/GOjohqOvB7 pic.twitter.com/dFYtqctl29
— Sálvame Oficial (@salvameoficial) June 6, 2018
El de Chelo García Cortés fue el primero en desvelarse. El programa de Telecinco ha decidido meter en pequeñas cajas de cartón contenido inédito, exclusivo, privado y peligroso para la reputación de los colaboradores del programa de las tardes. Y todo ello tras el aluvión de críticas que recibió Terelu al desvelarse su prepotente pasado laboral.
Éstas son algunas de las manías y exigencias que los contertulios de Sálvame tuvieron, tienen y seguirán teniendo en su trabajo:
-Pregunta a todos los departamentos cuánto cobran sus compañeros para saber si le pagan más o menos que a ella.
– Ha llegado a pasar a producción tickets de 0,50 euros
– Desconfía de la comida del público por temor a que esté envenenada
– Durante años obligaba a producción a traerle de merienda un bocadillo de tortilla con mayonesa.
– Se niega a que la gente del equipo suba con ella en su coche de producción
– Me pidió que le hiciera una foto mientras hacía pis
Otro de los que se ha desvelado ha sido el de Belén Esteban. Ella misma ha confesado, mientras Carlota Corredera leía las manías escogidas por el programa para que se hagan públicas, y ha dicho que «la de la tortilla soy yo, lo digo ya».
Queda por tanto por saber, de momento y hasta que la cúpula decida sacar más cosas ocultas de ellos, quién no quería montar a nadie en su coche oficial o quien ha pasado a producción tickets de cincuenta céntimos de euro.