«No la voy a ver más en mi p*** vida» Un sevillano protagoniza la cita más tensa que se ha visto en First Dates

Enlace patrocinado

Si existe el amor a primera vista hemos asistido a todo lo contrario en el restaurante de Carlos Sobera. Un sevillano y una valenciana asisten a la cena más tensa desde que existe el programa de Cuatro. Fue rechazo a primera vista.

Se inventó que tenía hambre para evadirse de la incomoda cena

Ella es tamborilera y de Valencia, él un sevillano demasiado exigente y con las ideas bastante claras. A bote pronto no tienen en común ni el color del pelo. Hubo un claro repudio por parte del andaluz cuando cruzaron las primeras miradas en la barra.

First Dates / Cuatro

Esta cara es el resumen de la velada más incomoda de la historia de First Dates. Le gustaba tan poco su cita que se sentaron cada uno casi en un extremo de la barra. Las miradas al más allá del sevillano evidenciaban su disgusto que apenas conversaba con Esther.

«Soy muy escéptico de encontrar a alguien interesante aquí«, respondió Lidón a la pregunta de la del tambor dándole ya pistas de su rechazo. «Soy muy exigente», remachó.

«Creo que es tan exigente que no cuadra con ninguna», opinó ella tras las cámaras dejando también entrever su negativa hacia el andaluz.

First Dates / Cuatro

Estuvieron un buen rato mirando la carta, un tema muy recurrente que Lidón usó desde el inicio en la barra como vía de escape y única conversación que pretendía mantener con su rechazada cita. Cabeceaba para todos lados y evadía la mayoría de comentarios que ella hacía al aire.

«Tienes cara de hambre», dijo ella mientras el sevillano miraba para otro lado pensando que lo que tenía cara era de incomodidad supina y unas ganas tremendas de levantarse e irse. 

«¿Y las experiencias qué tal?, ¿Lo has pasado mal?», amagó la chica una vez más para salvar la conversación. «¿De qué?, bueno en tema familiar… en el amor no», sentenció el andaluz aclarando después entre bambalinas que no iba a contarle su vida privada: «Qué coño le importa si no la voy a ver más en mi puta vida«, remachó.

Un descarado desprecio que estuvo durante toda la velada hasta que en la decisión final reconocieron su cero compatibilidad y su negativa a una supuesta segunda cena.

Vuelve a ver la cita entre Lidón y Esther, aquí.

¿Has vivido alguna vez una cita así de incomoda?, ¿Hubieses accedido a cenar si no te ha gustado desde el principio?

¡Compártelo con todos en redes sociales!

Fuente: Cuatro
Enlace patrocinado

Deja una respuesta